Thelma Fardín: un fallo histórico

Thelma Fardín: un fallo histórico

Por Giuliana Panetta (@unicornia._)

El 28 de junio de 2024, Thelma Fardín llegó a Neuquén a darnos una charla junto a la Revuelta, colectiva feminista, sobre una denuncia que marcó un antes y después en las mujeres argentinas. 

Ese mismo día, dio una conferencia de prensa, en la cual desde nuestro medio de comunicación, Radio Megafón, estuvo presente. 

Cuando la vi llegar, su calidez y su presencia me hicieron sentir que  no éramos tan distintas y que su denuncia era mi denuncia, que su voz era mi voz. 

Pensamos en comunidad preguntas para hacerle, porque queríamos abrir el campo,  quisimos verla y que la vean de una forma integral. 

Hablar y contar lo que nos atravesó por el cuerpo tiene sus costos y después es muy fácil que nos hagan ese jueguito de la “mala víctima”. Como si nuestra vida se pusiera en pausa y solo fuéramos eso que nos hicieron.  

La oportunidad se dio y le preguntamos sobre su carrera, qué proyectos estaba realizando, si estaba dirigiendo, si estaba escribiendo algo. Su sonrisa se iluminó con esa pregunta, una bocanada de aire fresco. 

No solo es su denuncia, no solo es lo que le pasó, también es actriz desde los 6 años. 

Thelma nos contó que fue fuerte el costo que le tocó pagar, por atreverse a denunciar. Pero que hubo un cambio en los modos de producción de la industria audiovisual, aunque hoy esté estudiando derecho su profesión sigue siendo la actuación.  

A pesar de que la atravesó tan fuerte está causa y de que se le cerraron muchas puertas,  es un modo político y de resistencia seguir ocupando y sosteniendo ese espacio. 

Actualmente está ensayando una obra de teatro, que se llama “Motorhome”. Esta obre se estrenará en agosto en el Teatro Metropolitan (CABA), y expresó sus ganas de subirse al escenario con el alivio  después del fallo. 

También, en el mes de agosto, sale su libro “no callaras”, un epílogo de toda su experiencia, motivado por las veces que le preguntaron qué le diría a una persona que está atravesando por una situación similar. 

En ese sentido, aclara que es muy difícil, que no hay una receta, cada caso y situación es particular, pero que quizás alguna situación sobre su experiencia puede ayudar como una cajita de herramientas y abrazo para quien lo lea. 

Luego de la conferencia de prensa, dio una charla en el Aula Magna de la Universidad Nacional del Comahue y dijo una frase que a mí me quedó grabada. 

“Resistir, me parece que si nosotras pudimos pensar las violencias a las que éramos sometidas, es gracias a muchas otras de otras generaciones que han sobrevivido a muchas violencias, que quizás como hijas muchas veces somos muy críticas: ¿Cómo mi abuela se bancaba esto, cómo mi mamá se bancaba esto? Y gracias a qué ellas sobrevivieron y comenzaron a dar algunas batallas es que nosotras pudimos llegar a las siguientes”  

Cuando una mujer denuncia, denuncian muchas más.  

¿Es tal vez ese el peligro?  Está comprobado que la trascendencia del caso de Thelma  animó y anima a otras víctimas de abuso sexual a contar su historia. El camino de la denuncia es sinuoso y son pocas las personas que se animan a enfrentarlo y atravesarlo, ya sea por la victimización, agresiones y poca perspectiva de género, sin embargo, Thelma alentó a miles de mujeres a qué hablen de situaciones incomodas, violentas, de “secretos familiares”. Ya sea ante la justicia, con la familia o entre amigas. 

Aunque muchas veces aún se pone en duda el testimonio de las víctimas y estamos muy lejos de una justicia justa, este caso sienta un precedente y demuestra que el silencio ya no es una opción. 

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