Esperando una nueva oprotunidad
(paráfrasis de «La segunda llegada», de William Butler Yeats, 1919)
Por Griselda Fanese
Dando vueltas y vueltas
sobre el país en ruinas,
halcones ignoran la destrucción que nos ronda.
Todo se desploma; lo peor retorna.
La mostruosidad se abate sobre Argentina.
Oscurecida por la sangre, la marea de odio se desata
y en todos lados
lo que llamamos democracia
y lo que pensamos justicia
se mueren ahogados.
Los «mejores» no tienen convicciones
y los «peores» se apasionan sin pensamiento.
Esperamos una revelación que nos saque de esto.
Sin duda habrá alguien que -como en 2003- asuma
la recuperación de lo que llamamos patria.
¡La segunda llegada! Apenas estas palabras surgen
una imagen del espíritu nacional y popular
nubla mis ojos: En alguna parte, en el desierto
patagónico, en las pampas verdísimas o en el bello norte, un ser humano con el corazón
de un redivivo San Martín,
ojos amplios y pensar generoso
como aquellos hombres de Mayo,
mueve lentamente sus pies mientras
lo merodean sombras
de buitres que conocemos.
La oscuridad golpea una y otra vez,
pero ahora sé
que décadas de crueldad y despojo
son pesadilla mientras alguien mece una cuna,
porque, llegada la hora, sucede
que en algún rincón del país plateado
se prepara un peronista para nacer.