TODOS LOS FUEGOS EL FUEGO

Por Araceli Goye

Los incendios en Rio Negro, Chubut y Neuquén, además de estar cerca geográficamente, están tristemente hermanados por la desidia. La palabra desidia es descrita por el diccionario como: “Negligencia, falta de cuidado”, y elegí usarla porque entiendo que es ese el diagnóstico ante tamaña problemática que está ocurriendo en simultáneo.

Habitamos paraísos; nos rodean montañas, ríos, lagos, montes y bosques, fauna autóctona y endémica, nos cubren los cielos más estrellados y nos abraza el viento protagónico, ¡qué fortuna! La Patagonia es deseada por propios y ajenos, que vienen a celebrar la vida al tan afamado sur, a recorrer los paisajes más hermosos, a dormir entre su flora y si tienen suerte, divisar sus animalitos.

Araceli Goye

Como cada año un rayo, una colilla, una chispa, un descuido, un fogón mal apagado, o una pésima intención desataron incendios de grandes magnitudes que arrasan con todo, lo vivo y lo muerto, lo que está y lo que pudo ser. Cientos de hectáreas de bosque nativo, animales, producción, casas, sueños, vida. Todo eso se lleva el fuego. El terror de la incertidumbre de si llegará a tu casa, si podrás vivir, si los tuyos podrán salvarse, si el bosque que te rodea podrá crecer de nuevo… Acá me gustaría que podamos visualizar, por un momento, que no se está quemando el paisaje, nos estamos quemando nosotros. Todos y todas los que nos sentimos parte de este suelo, que amamos vivir entre montañas, se queman nuestros proyectos de vida además de todo el entorno.

Así como la disfrutamos, también cuidamos la cordillera, nos movilizamos en defensa del agua, por la protección de sus mallines, de sus costas, de sus laderas, nos oponemos a la ultra-urbanización de las montañas que se llevan puesto todo. Se talan árboles milenarios para sembrar césped para que las fotos de los ricos se vean más instagrameables.  Hace años, años, muchos años, todas las comunidades de la comarca andino-patagónica reclamamos prevención de los incendios, ya que el impacto en toda la biodiversidad que habita el suelo puede ser irreversible. Hasta el CONICET investiga la zona en la búsqueda de prevención y menor impacto del fuego. Somos guardianes de nuestro entorno y estamos dispuestos a defenderlo, con uñas y dientes, colectivamente. Lo de uñas y dientes es una metáfora, porque sólo tenemos hachas y motosierras combatiendo las llamas que se llevan las casas de nuestros vecinos. Este pueblo es tan activo como despierto y consciente.

Es cuanto menos llamativo que las tierras compradas a precio vil por multinacionales y magnates no sean las que se estén quemando, más sí todas aquellas que tienen algún interés inmobiliario. Hace no mucho hubo una discusión en las cámaras legislativas de la nación con respecto a la prohibición de venta de las tierras incendiadas, que, para sorpresa de nadie en este bendito país, el actual gobierno de Javier Milei propone exactamente lo contrario.
Además de prevención, al Estado Nacional se le reclama presencia, gestión, un mínimo de interés por lo que está pasando porque quizás no lo sabían pero el país sigue bastante más acá del AMBA. La nación sólo respondió con escuetas demostraciones y un aumento de un 1,5% para personal de Parques Nacionales.

Pocas cosas de la vida militante me dan más nostalgia que la certeza de que el Estado Nacional era federal, que se hizo el esfuerzo de llegar a cada rincón de la patria, sé que no se llegó, pero al menos nos vieron a los del sur profundo como parte de un país. Creo que con los incendios también nos despedimos como parte del todo.

Otra cosa llamativa es que la contención de la emergencia ígnea está a cargo del Ministerio de Seguridad de la Nación. No sé qué aporte positivo tendrá militarizar la zona, crear culpables, estigmatizar y señalar, pero creo que ante la desesperación la gente elige poner los pies en la tierra y no profundizar en discursos que fomentan el malestar y la enemistad entre pares, que son los que realmente están poniendo todos sus esfuerzos por frenar el avance del fuego.

Es profundamente emocionante cómo se solidarizaron los pueblos de la zona ante la ausencia del Estado, organización social y respuesta inmediata. Hay colectas de dinero, que, de todas, elegí una sola para compartir (al final) pero es impresionante la cantidad de agrupaciones que ofrecieron sus personerías jurídicas y fuerza propia para ayudar. Se necesita y se ofrecieron ropa de trabajo, colchones, autos para trasladar, botiquines, linternas, nafta, motosierra, manos para cocinar, verduras, frutas, abrazos, festivales. Desborda la creatividad y contrarresta lo que predican los periodistas que hablan en los medios y fomentan el odio hacia los mapuche que nacieron y se criaron acá. 
¿A quién se le puede ocurrir que las personas que son una con la tierra, que crecen creyendo en la cosmovisión del mundo en el que habitamos son los causantes de los incendios?  No somos ingenuxs. Sabemos a qué intereses responde que nos preocupen más nuestros vecinos que los desastres que están haciendo desde la presidencia, los miles de hectáreas quemadas al parecer ya tienen fecha de entrega.

Tema aparte les “influencers” llamando a sus seguidores a armarse y a perseguir a lxs presuntos autores. Por favor no se distraigan, generar miedo y caos también es hacer política, aportemos a lo que se hace, ya habrá tiempo para perder o discutir, no es lo prioritario ahora.

Emocionan además las propuestas populares para visibilizar este caos. A riesgo de caer en cliché, me gustaría que podamos pensar juntxs la idea de que “todo fuego es político”, que podamos tener presente cada interés económico e inmobiliario a costa de la vida toda que están atados a las flamas que lo queman todo.

La inmediatez y la ayuda reparan un poco el corazón, pero necesitamos políticas públicas para prevenir, leyes que nos acompañen, conciencia ambiental para que se entienda que hacer fuego en el bosque para “el asadito” está mal, la colilla del puchito enciende pastizales y además se los comen los pajaritos, entonces hay que llevársela a la casa… Estoy repitiendo cosas que acá aprendemos desde el jardín de infantes, pero como lo personal es político, quería verterlas acá para que la próxima vez que nos visiten, nos cuiden. Cada acción tiene un impacto en el lugar que visitamos, por eso es importante y elemental que podamos construirlo entre todxs, como por ejemplo votando candidatos que reconozcan el cambio climático, o que propongan protección a la soberanía nacional, en serio no nos puede dar lo mismo. 

Sin dudas los absolutos protagonistas de esto son los brigadistas que están combatiendo el fuego, al SPLIF, bomberos voluntarios y todas las personas de a pie que aportan al control del fuego, estamos en deuda eterna con ustedes. Son el faro de esperanza en la tempestad de desinformación y desidia, muchas gracias por poner el cuerpo.

La angustia y bronca la transformamos en acompañamiento y solidaridad, el miedo en acción. Mientras esperamos la lluvia, no dejamos de exigir que nos ayuden.

Proteger nuestro entorno es proteger la soberanía.

KELLUWUN desde la coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche

Campaña solidaria para acompañar a Pu Lof/lofche de la zona de Mallín Ahogado

ALIAS: EMERGENCIA.COMUNIDAD

CBU:1910242755124201288471

Contactos: 2920414737 (HUGO) – 2944676575 (MIRTA Ñ)

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